domingo, diciembre 26, 2010

Conditio sine qua non


Somos unos ignorantes. Realmente la vida es muy corta, de manera que sin una educación adecuada, debemos aprender a vivir fingiendo que sabemos lo que hacemos, no excluyo de esta afirmación a los expertos, a los académicos, a los científicos y hasta los empresarios mas despabilados. Da Vinci que ha pasado como una especie de genio multidisciplinar, se frustraría bastante hoy día, dada la complejidad que han alcanzado las ciencias, en general se requiere mucha especialización. Samuel Noah Kramer un honrado e inteligente erudito (en asiriología), que se ha quemado las pestañas estudiando, lo expresó diciendo de el mismo que probablemente era “el hombre que mas sabe de menos cosas”.

Conocer con cierto detalle la historia, nos proporcionaría los puntos de referencia necesarios para enfrentar congruentemente el futuro, aunque esto no sería suficiente, sospecho que en materia formativa, mas importante incluso que los contenidos serian las formas, quiero decir, la gente no odia la cultura, odia la manera en que tiene que adquirirla y esto es especialmente patente en Andalucía, que es una de las “comunidades autónomas” mas grandes del país y la mas poblada. También una de las mas pobres por particulares razones históricas y de las mas orgullosas sin embargo, no se sabe muy bien de qué; si del flamenco, de Picasso, de la Alhambra…, motivos no faltan pero no son mas que implantes inconexos en la memoria colectiva reciente, fragmentos yuxtapuestos (*) que resuenan en el vacío milenario que resulta de la falta de historia común de un pueblo. No existe el cacareado carácter andaluz, principalmente porque Andalucía no existe.

Esto aunque digo que es verdad, no es exactamente cierto, “nada es verdad ni es mentira sino del color del cristal con que se mira”, así que nada es por ende de ninguna manera, todo es posible y solo es que unas cosas son más posibles que otras. Actualmente la imagen de esta tierra es la del paraíso de la corrupción, lo cual tampoco es absolutamente cierto como podemos imaginar, es otro implante. Al hablar de “implante” me vengo a referir al hecho demostrado: las conceptos se fijan mucho mejor en la memoria si van acompañados de alguna sensación, aunque esto es algo que ya se sabe de antiguo por la bárbara expresión “la letra con sangre entra”, en realidad lo cierto es que el aprendizaje es mucho mas eficaz si lleva asociado alguna sensación agradable. Es por eso que no basta desplegar mucha información, es necesario que el destinatario se vea atraído por ella.

La carencia de memoria no es un problema local, ni siquiera es un problema en si mismo, es evidentemente un síntoma de olvido, mejor dicho de la ignorancia que determinadas generaciones humanas, en determinadas épocas han impuesto a las siguientes por desidia o a proposito y en gran medida porque saber historia pocas veces dio de comer.

Digo que la ignorancia no es un problema, que lo es y grande, porque en principio si bien no se heredan virtudes, tampoco conlleva vicios y esto teóricamente proporciona una esplendida pagina en blanco sobre la que se puede escribir lo que se quiera. Lo malo es que en la práctica los distintos autores de esta obra viva, aquellos que vienen escribiendola desde los origenes, no se han preocupado en absoluto de que le guste al público. Personalmente prefiero las historias que terminan bien, quiero decir, me agrada la ficción, a pesar de lo cual no estoy disfrutando demasiado con este espeluznante Mundo Global de los magnates de la industria y la especulación financiera, empecinados en construir en piedra sobre cimientos de madera, ni con esta Europa deprimida por la sorda guerra de los márgenes de beneficios, ni con esta Andalucía enquistada de religión y chulería chusmeta. De hecho creo que el final de esta historia nuestra se está volviendo bastante previsible.

El ser humano es individual y único a pesar de que adolece de una educación gregaria, su naturaleza, sus propios limites y capacidades le distinguen del resto, pero también en cierta medida lo aúnan con la comunidad, dependiendo del grado de empatia de cada cual, de los niveles hormonales, de la edad y muchos otros factores aparentemente aleatorios, a pesar de todo, al parecer existen en el cerebro unas estructuras llamadas células espejo que son las responsables entre otras cosas de que a veces seamos capaces de anticipar una respuesta a una pregunta que aun no se haya formulado, como si hubiéramos leído la mente de nuestro interlocutor, de alguna forma nos permiten “entender” de un modo intuitivo no racional, cuanto nos rodea, no solo a nuestros semejantes. Finalmente es probable que después de todo al parecer existan insospechados canales de comunicación involuntarios, sutiles mecanismos biológicos que interconectan en cierto modo a todos los seres vivos.

Teóricos de una supuesta “Conciencia Universal” especulan sobre una cierta complementariedad a nivel sensitivo, a la que se refieren como un fenómeno derivado de la existencia de una entidad en una dimensión paralela, resultado de la suma o la media de los estados de animo del conjunto del personal y con la que interactuaríamos inadvertidamente de manera constante, pero todo esto a mi me suena un poco al universo colectivo Borg de Star Trek.

Si en verdad somos animales sociales, necesitamos urgentemente nuevos métodos educativos, mas lúdicos, esto no quiere decir que haya que poner maquinas tragaperras en los institutos sino que es fundamental que los alumnos encuentren mas interesante y preferible asistir a las clases que no hacerlo o hacerlo de mala gana. Sin embargo esto no resuelve el problema de fondo, si cuando deban incorporarse al mundo laboral se van a encontrar el hostil entorno actual, dominado por el interés, sin ningún sentido concreto aparte de la explotación y el consumo. Es imperativo por tanto que se den los primeros pasos hacia una concepción diferente de la existencia, que nos lleve a cooperar en lugar de competir, aunque para esto debemos implicarnos voluntariamente para no vernos implicados como hasta ahora involuntariamente comprometidos con este absurdo orden megalomaniaco.

No soy un tipo milenarista, pero me gustaría creer que en este nuevo siglo, con toda esta ingente información de la que disponemos, seremos capaces de abandonar el círculo vicioso en el que nos encontramos desde hace más de dos siglos. Desde que la Banca nos segregó a finales del siglo XVIII de la empresa que liberó al común de los mortales de la opresión psicológica de las religiones y de la presión física de la aristocracia, la sociedad ha venido siendo conducida por gente sin ningún proyecto social, aparte de mantener el mar en calma para poder faenar a placer.

Cada vez, tras la depresión de una postguerra, la sociedad traumatizada va adquiriendo cierto dinamismo, la vida se define a si misma por su afán de sobrevivir, si bien ha de moverse dentro de los indignos parámetros de la industria y el comercio que nos van apartando paulatinamente de la realidad, estableciendo unos puntos cardinales, que solo llevan del trabajo a la casa y viceversa, en el mejor de los casos. Francis Bacon decía con cierto sentido: “el dinero es como el estiércol, no es bueno si no se esparce”, en la linea de este discurso seria justo convenir que a quien le toque hacer de vaca disfrute de buenos pastos. En la actualidad China es una enorme vaca hambrienta y el estiércol se está amontonando, no se sabe muy bien con que objeto. Todo esto es muy escatológico, pero lo cierto es que la burbuja económica de los locos años veinte (años que fueron de especulación y concentración financiera), condujo al crack del veintinueve y a los pocos años una nueva guerra vino a cerrar el círculo. Es evidente que mientras el estiércol se esté amontonando y la base de la pirámide social se esté ampliando, la situación no dejará de parecerse bastante a los años previos a la última gran guerra. Sin embargo es probable que no haya una III guerra mundial, sino que siguiendo el nuevo modelo norteamericano, habrá múltiples mini guerras consecutivas más o menos lejanas, al estilo de Korea, Vietnam o Afganistán, de forma que puedan justificarse los gastos en armamento y no deje de fluir el dinero de ese tipo de pozo artesiano financiero. El caso de Afganistán es especialmente sangrante puesto que ni están claros los objetivos ni los beneficios de mantener la presente situación. A resultas de la “protección” de nuestros chicos de la OTAN, el país se ha convertido en el principal proveedor de opio del mundo, de tal forma que los gobernantes autóctonos, que se dan cuenta de las escasas probabilidades de futuro con semejante fuente de ingresos, en lugar de invertir las ayudas internacionales y los beneficios del trafico en mejorar las condiciones de sus semejantes, crean cuentas multimillonarias privadas en bancos de terceros países.

Lo peor es que a veces los niños aprenden rápidamente.

(*) Yuxtapuesto, a.: es un palabro que quiere decir mas o menos, superpuesto, entremezclado pero no bien urdido como un paño de tela…, lamentablemente se ve mejor escrito que como suena, de hecho está en completo desuso porque es una trampa para disléxicos, que acaba con facilidad en algo bastante cómico como “yuxtapuexto” o “yustapuexto”.

Bibliograf.: “Entra en tu cerebro” de Sandra Aamodt y Sam Wang