jueves, diciembre 17, 2015

Eruditos.



¿Que nos distingue de los animales? o ¿Qué nos hace humanos? Cuando digo animales, me refiero a aquellos ya extintos depredadores que debieron aterrorizar a nuestros ancestros; de la poca fauna que queda, tenemos mucho que aprender. El término “humano” se ha venido asociando con altos niveles de empatía, de ahí “humanitario” y tal, pero todos conocemos el gusto de nuestra especie por el exterminio, la erradicación, las bombas nucleares y las armas de destrucción masiva. El antagonismo de los dos aspectos de nuestra naturaleza es evidente, pero frente a una amenaza real contra la especie, una catástrofe, un problema externo a esta psicótica realidad que venimos sufriendo, ¿Cuál de ellos es útil?

Gracias al estudio del comportamiento de los bonobos (unos chimpancés enanos), estamos en posición de poder decir que una especie originalmente agresiva, en un entorno de abundancia de nutrientes y escasez de competencia deviene en una sociedad más tolerante, pacífica y en definitiva, humana en el sentido genuino del término. Esto solo, quiere decir muchas cosas, pero la más importante quizás, es que no hace falta que queramos que esto sea así, no es necesario el imperio de la voluntad: será, sencillamente, en el momento en que se den las condiciones adecuadas. 




Una gran cantidad de gente no ha entendido que es la selección natural, creen que se reduce al simple “pez grande se come al chico” y es posible que no vean el poder de la circunstancia en el ejemplo de los bonobos. Incluso hay académicos que cometen el error de pensar que puesto que ninguna civilización ha logrado constituirse sin violencia, lo cual es históricamente cierto, entonces las guerras son necesarias. Incluso los hay que van más allá y consideran los conflictos bélicos un elemento civilizador, como defiende el profesor de la Universidad de Standford, Ian Morris, con los argumentos pseudo-darwinistas habituales: somos básicamente igual que el resto del mundo animal, territoriales, competitivos, agresivos: no muy diferentes de los chimpancés. Un tipo listo y buen divulgador, que ha escrito varios libros sobre la evolución histórica de la sociedad. Justificar la guerra no es obligación de un historiador, pero tal vez sí, para un escritor de libros: desde su punto de vista, tras el fin de la glaciación todo fue un puro estado de violencia constante y el aumento de la prosperidad se da, exclusivamente gracias a la implantación de un orden jerárquico de poder: los primeros reinos territoriales neolíticos. Esto le ha llevado a deducir que mayor prosperidad y comodidad es un hecho proporcional al tamaño de un Imperio. Si, esto es lo que aparentemente se enseña en las aulas.


Sin embargo diversos mitos antiguos muy bien conocidos, hablan de la época prehistórica como una larga era dorada y ¿Por qué no?, en esos primeros miles de años el reducido espacio desprovisto de hielo se amplió enormemente, el mundo se llenó de ríos y bosques durante el deshielo y los diseminados supervivientes de la larga glaciación, se dispersaron aún más. Cabe pensar que todo era mágico entonces, y con bastante seguridad, había poca gente y poco por lo que pelearse. Las primeras guerras registradas ya bien entrado el Neolítico, épicas en su tiempo por supuesto, eran en perspectiva bastante patéticas, ya que normalmente involucraban solo a unos pocos centenares de individuos.
Cuando Ian Morris habla de los beneficios que, décadas después, se obtienen de la guerra, olvida que esos conocimientos tecnológicos y culturales que menciona ya estaban allí antes del conflicto y ademas parece despreciar el número de valiosas personas y mentes brillantes que se pierden. Yo estoy seguro, señor Morris, que Von Braun habría lanzado cohetes con o sin guerra mundial, porque H.G.Wells ya había escrito sus novelas.

martes, diciembre 01, 2015

Modus Operandi


martes, noviembre 03, 2015

Arqueolinguistica.



La mitología, aunque es un camino muy trillado, es un terreno por el que hay que andar con pies de plomo y moverse con cuidado, es un estrecho desfiladero sembrado de dificultades que hoy en día, casi todos los investigadores descartan al primer vistazo. Muchos son los historiadores que se han perdido persiguiendo etimologías, escrutando topónimos y que han acabado despeñados en el fondo del abismo de las dataciones. Aun así, investigadores como Evans en el caso minoico o Schlieman con Troya, usando la mitología como herramienta, han podido rescatar del olvido mundos que se creían irrecuperables. Sin embargo hoy sabemos que para poder remontarse al mundo primigenio de la Arcadia antediluviana, van a hacer falta laboratorios oceanográficos y sondas submarinas para rastrear esos miles de años que resuenan con un eco difuso en la memoria escrita, en las pinturas rupestres y los crípticos jeroglíficos de Gobleki tepe.

Desde que allá por 1998 se presentaran las primeras evidencias geológicas, hasta que el cazatesoros americano, Robert Ballard se decidiera a echar un vistazo por allí poco después, la teoría de la inundación del Mar Negro está muy abandonada, cosa que no me explico.  Según los geólogos William Ryan y Walter Pitman, hacia el 5500BC el Mar Negro dejo de ser un vasto lago de agua dulce, para convertirse en el mar que conocemos hoy. El  incremento en el nivel del agua debió ser de unos 400 metros sobre el nivel del antiguo lago y sucedió aparentemente en un lapso de tiempo relativamente corto, más o menos un mes según los geólogos. El caso es que a partir de un cierto nivel, no hay oxigeno en el agua y sí mucho H2S que es sumamente toxico, derivado del metano que borbotea constantemente desde el suelo marino, lo cual aparte de sus evidentes inconvenientes presenta alguna ventaja arqueológica, puesto que todo ese mundo desaparecido y todo cuanto ha llegado al fondo desde entonces, hablamos de decenas de miles de barcos,  puede encontrarse todavía intacto, bajo la capa de limo, ya que se ha comprobado que al no haber oxígeno, los microorganismos que normalmente desmenuzan las evidencias del pasado en cualquier otro mar, aquí no tienen ninguna posibilidad. En todo esto, que son datos reales, se quiso ver la intención de justificar relatos bíblicos, como el del diluvio de Noé, lo cual en su momento, convirtió el descubrimiento en un circo mediático que al final acabó desacreditando el hallazgo, motivo por el cual todavía hay investigadores de diversos campos que se preguntan dónde están los restos de las culturas europeas, de las arcanas civilizaciones que mencionan las leyendas grecolatinas.

Al margen de todo esto, yo creo que la mayoría de las lenguas del paleolítico pertenecían al grupo de lenguas denominadas aglutinantes: las gentes que pasaron de Bering al continente americano las hablaban y el euskera al otro extremo del continente euroasiático lo es, el chino, el mongol, el turco…Me viene a la cabeza el mito bíblico que reza “en un principio todos los pueblos hablaban una misma lengua….”, pero mejor no seguir por ahí, ¿no?
 A pesar de todo parece evidente que la antigüedad del resto de lenguas, las flexivas, debe ser la misma y el único argumento que se me antoja posible, que justifique esta diferenciación lingüística, es el aislamiento, y la cuenca del primitivo “Lago Negro” debía cumplir ese requisito: cerrada entre la meseta Anatólica y los hielos del Norte, el delta del Danubio y las nieves del Cáucaso a un lado y otro. Esta es mi teoría: la dispersión de las lenguas indoeuropeas sencillamente pudo ser fruto de la diáspora de las gentes que habitaron la cuenca que ahora ocupa el Mar Negro.

Afirma Herodoto en su libro primero que los atenienses se tenían por Pelasgos, es decir no indoeuropeos, que con la llegada de los dorios (desde el Danubio quizás, el texto usa el verbo griego “bajar”) adoptaron la lengua de aquellos, aunque es más probable que la asimilación empezara durante el  imperio de Micenas. Pero ¿Que hostias hicieron los proto-dorios durante más de dos mil años antes de eso?  Ese es el abismo de las dataciones.


En la imagen la flecha verde indica el nuevo supuesto lugar de origen y el aspa pretende rebatir el sentido de la dispersión de la rama sobre la que se encuentra.

miércoles, septiembre 30, 2015

martes, septiembre 01, 2015

Que es la musica?



Que es la Musica?
No lo busques, ya lo hago yó. Dice la Wikipedia que el arte de las musas es “techne”, técnica y tecnología a la vez.
Sé que con Pitágoras la música llego a convertirse en una religión, pero yo no creo que sea necesariamente una cosa para iniciados como creían sus seguidores, Stravinsky al parecer solo tomó dos años de clases de Armonía. ¿Qué tiene que ver Pitágoras con la música? Las matemáticas, geometría en el tiempo, El profesor Jaime Buhigas lo explica muy bien:


Existe una teoría propuesta por Carl Sagan, en “los dragones del Edén” donde se define la mente humana como dividida en: Neocortex,  sistema límbico y complejo reptílico. En otro video distinto del que presento, el admirable y locuaz licenciado Mauro de María, estructura de forma similar la esencia de la música, como un triángulo, donde en cada vértice pondríamos una fuerza: Intelectual, para seguidores de la música clásica, emocional para los amantes del rock y motora para los fans del reggaeton. En este video propone una revisión radical en la forma de entender la música y sobre todo de enseñarla, dándole prioridad a la emoción sobre todo lo demás.


Actualmente existen acercamientos al mundo de la música desde disciplinas tan exclusivas como la física teórica, concretamente en materia de supersimetria dentro la teoría de cuerdas, una visión distinta del universo que proponen eminentes investigadores como el Doctor Michio Kaku. En el siguiente video, el físico teórico S. James Gates, exhibe abiertamente su amor por las matemáticas y al final muestra la similitud entre el sistema dodecafónico de Schoember y el modelo de grupos de Klein, usado en supersimetria, para “descubrir las partículas que faltan” dentro del modelo estándar del universo.

viernes, julio 31, 2015

Knon revisited


Ocho horas le ha llevado al PC procesar el video.

domingo, julio 05, 2015

Consideraciones Geopoliticas II.



http://xalva.blogspot.com.es/2015/07/consideraciones-geopoliticas-ii.html
                                          ΝΑΙ ΣΤΗΝ ΔΗΜΟΚΡΑΤΙΑ
Dicen los que saben, que en la actualidad el capitalismo ha rebasado ampliamente los límites que el propio término impone, dicen que ahora es otra cosa, algo de lo que el mismísimo Adam Smith habría abominado. Este señor del siglo XVIII, creía en el concepto de nación y pensaba que la economía de un país, necesita una amplia clase media ocupada y bien atendida, lo cual debía garantizar una indispensable estabilidad social. Para bien o para mal, las corporaciones transnacionales han roto este esquema y la idea de nación se ha quedado obsoleta de un plumazo, digan lo que digan los nacionalistas, que todavía los hay. El redactor de la biblia del capitalismo, vivió en pleno siglo de las luces, pero si su modelo económico contempla algún respeto por la clase trabajadora, probablemente era solo un síntoma del terremoto financiero que iban a representar las revoluciones que se avecinaban y que sin duda veía venir.  


Paradójicamente, estas mismas corporaciones se jactan de su patriotismo, por eso podemos ver productos genuinamente americanos, fabricados íntegramente en Alemania, por ejemplo o como en este país, donde vemos como a los directivos empresariales les duele la boca de hablar de la marca España, desde sus sedes en Londres o Suiza. Es algo notoriamente curioso, pero que pasa prácticamente desapercibido. Hacen muy bien quienes protegen su lengua y su cultura, pero tienen que empezar a ser conscientes de que la guerra se desarrolla en otros frentes, dentro de sus propias filas. Se está transmitiendo la sensación de que ya está todo controlado, se pilla a los corruptos, pero nada se dice de los corruptores y de los mecanismos de los que se valen. Si, vale, se habla de las lobbies y su influencia en el parlamento europeo, de las SICAV y de muchas otras cosas, que en definitiva la gente no entiende o no sabe qué hacer para combatirlo.

El feudalismo está abriéndose paso, solo falta privatizar la sanidad y cuando la consigan, únicamente tendrán que bajar los impuestos para arruinar el Tesoro público y todo habrá acabado, la “democracia” estará kaput.   Tendremos que ir arrastrándonos y besarles el culo a los ricos, de nuevo, a mendigarles un mendrugo o unas migajas, reunirnos a la puerta de la mezquita para ver si cogemos unas monedas, tiradas al aire para que nos apartemos de su camino, mientras irónicamente ellos suman puntos en su cuaderno de notas celestial.





La tiranía nos espera a la vuelta de la esquina y viene de la mano de nuestro mejor aliado: los Estados Unidos, vaya novedad. Resulta que, muchos europeos ignoran esto, en la “tierra de la Libertad”, no existe “ala izquierda”, el americano medio no sabe lo que es el anarquismo o lo confunde con el terrorismo y los comunistas y socialistas brillan por su ausencia a causa del bombardeo mediático antisoviético que ha sufrido la población desde los años 40, así el poder se lo disputan alternativamente la derecha más extrema bajo el pseudónimo de “Republicanos” (podríamos llamarlos Nazis sin equivocarnos demasiado) y el centro-derecha que son los que se presentan a sí mismos como “Demócratas”. Esto no carece de importancia, todo lo contrario: La elite financiera estadounidense sabe que “la izquierda” conserva, una cierta aura de respetabilidad en el continente europeo y me da a mí que esto de levantar un Golem aún más feo que el capitalista, en el Sur del Mediterráneo, es la maniobra definitiva para “hacernos entrar en razón”.

Los gobiernos europeos ya han firmado el TTIP; pero eso no quiere decir que los ciudadanos europeos no puedan deslegitimar a sus gobernantes en las urnas, algo que para los americanos es sencillamente imposible.