sábado, junio 06, 2015

Consideraciones Geopolíticas.





El Islam es la religión que necesita el capitalismo.  Ibn al Arabi, Murciano del siglo XII, en el mejor momento del mundo musulmán, cuando se permitieron leer a los griegos, da una muestra de las perlas que nos ofrece el Islam más moderado:
Un hombre semejante a otro, se le someterá en virtud de un elemento con el que Dios haya elevado a este ---como dinero o un salario--- conforme a Sus palabras: Elevamos la categoría de unos sobre otros para que estos sirvieran a aquellos.---CORAN 43,32.

Al profesor Noam Chomsky le ha sido denegada la entrada en Israel, donde iba a dar una conferencia en la universidad Bir Zeit, dentro de los territorios ocupados, a pesar de las protestas de al menos quinientos académicos judíos y miles de estudiantes. Probablemente el anciano profesor ya debía saber que no le iban a dejar, pero sin duda, hacer acto de presencia era la mejor manera de denunciar el agravio. La medida oficial de las autoridades fue inteligente: cuando se tienen graves problemas de seguridad, no debemos olvidar que se trata de un estado militarizado, tienes que deshacerte de los problemas menores, aunque incumban al derecho a la libertad de expresión y libre circulación; en Korea funciona muy bien. 
Este célebre memorión, ha mencionado en una reciente charla, aquello que había observado el famoso biologo Ernst Mayr durante un debate televisado con el eminente divulgador Carl Sagan: El grado de inteligencia de una especie es inversamente proporcional a su capacidad para evitar la extinción.  Paradójicamente, es una suerte que la media no sea muy alta. Estoy siendo sarcástico, vale. No digo que la mayoría seamos estúpidos, digo que no hacemos nada con nuestra inteligencia, más allá de nuestras propias necesidades individuales. Sin embargo un buen puñado de gente sí que hace cosas.


Hay quienes piensan que no hay maestros oscuros, ni manos negras y que todo es fruto de la torpeza y la mezquindad humana, pero a mí esto me parece una ingenuidad, alguien está sacando adelante lo que los medios llaman “la revolución liberal”, es decir, esta vuelta al medievo con su cruzada en Oriente Medio y todo. Son ellos, los maestros oscuros.
Podía haber dicho “los maestros anónimos”, esta es la realidad, ni ellos mismos saben quién dirige el cotarro, por eso quizás hacen estos rankings de multimillonarios que regularmente vemos en la prensa. Ellos no han inventado las reglas del juego, pero les va bien y no quieren que nadie las cambie. Pueden pasar desapercibidos, mezclándose con la elite mundial, sin embargo sus intereses son muy evidentes, es lo único que les delata: en unas pocas décadas, han logrado poner la política de los países al servicio de los caprichos de “los mercados”(uno de esos fantásticos eufemismos a los que ya nos tienen acostumbrados, en este caso para no decir “la oligarquía”), con acuerdos transnacionales como el NAFTA y el TTIP y parece evidente que intentan expandir tanto como se pueda la OTAN, con toda seguridad para alimentar la voraz industria armamentística siempre tan necesitada de conflictos, lo que incluye desestabilizar zonas sensibles, aquí y allá, a veces solo hay que enfatizar problemas internos subyacentes, aunque también pueden decretar embargos económicos y sobretodo, ese es su mayor triunfo, pueden manipular la información disponible, logrando que el mundo entero mire donde señalan sus dedos invisibles.



Son unos maestros, porque conocen la naturaleza humana, por eso pueden despoblar universidades enteras y condenar al idiotismo a un país, con solo crear flagrantes burbujas económicas, pero que estoy diciendo… se han inventado una crisis mundial porque saben que los pobres e ignorantes son más fáciles de dominar y más sencillo aun convertirlos en delincuentes, por eso se privatizan las cárceles. Así piensan y así creen que debe pensar el resto del mundo, no se conforman con lucrarse también quieren enseñarnos y puesto que como casi todo lo demás, controlan la propaganda como ya he dicho, no desperdician un solo segundo ni la más mínima oportunidad de ofrecernos el escalofriante sistema de la selección natural como guía y modelo de vida; en este punto, yo digo como Woody Allen, el mundo natural no me parece más que un gigantesco restaurante.
Los maestros oscuros, las manos negras, son personas que a menudo no tienen nada en común entre ellas, salvo un vivo interés por sí mismas. Un monje budista probablemente diría que son unos pobres desgraciados que viven engañados, creyendo ser lo que poseen y que a su debido tiempo el Karma los pone en su sitio, pero se sospecha que alguno de esos cabrones, tiene ya más de noventa años.